viernes, 17 de enero de 2014

“Hace un año que nos vimos mal nos quedamos aquí”



“Hace un año que nos vimos mal nos quedamos aquí”


Fuente: Maritza Alexandra Salinas/ Tesis previa a la
 obtención del título de administrador gastronómico
en una integración.
Por: Iván Estévez 

El albergue San Juan de Dios se inauguró el 09 de diciembre de 1987, las personas más pobres requieren el ingreso a este centro por varias razones, problemas de trabajo, salud, entre otros. Además a este lugar son traídas personas que se encuentran extraviadas, o a su vez, abandonadas por sus familias, e incluso emigrantes, los llevan a este albergue policías o personas caritativas, los mismos que son recibidos a cualquier hora del día. 

E
n el centro de Quito, capital del Ecuador, se encuentra El albergue San Juan de Dios que acoge a más de 300 personas al día. Está ubicado en las calles Tumbes N° 0e6-98 y Bahía de Caráquez en el barrio “San Diego”, antiguamente se ubicaba en el barrio “El Tejar”. Su labor es brindar un servicio a enfermos, indigentes, o personas que se encuentran en calamidad domestica, y todo aquel que necesite de esta ayuda. Además es una institución religiosa de confesionalidad católica y humanitaria. 

Para las personas que se alojan en este sitio la hora de ingreso es a las 18:00pm y la salida a las 6:00am. Los requisitos para ser aceptados es la cédula de ciudadanía y una entrevista previa con la trabajadora social, luego de esto se determina si la persona o familia son aceptadas en el albergue.

En cambio los adultos mayores y personas que padecen alguna enfermedad y viven en este sitio “Son los que perciben en primer lugar los alimentos, además tienen una área de descanso, tienen el cuidado de enfermeras y una doctora de cabecera, cuentan con un centro educativo en donde se enseña lenguaje de señas y también manualidades” dijo José Peñafiel un colaborador del albergue.

Según la Tesis previa a la obtención del título de administrador gastronómico de Maritza Alexandra Salinas “Esta obra dio inicio con el Arzobispo de Quito, Monseñor Antonio González quien hizo contacto con el viceprovincial de la orden hospitalaria de San Juan de Dios para acordar la administración del albergue y todo esto se hizo efectivo en Agosto del mismo año.

 Además la misma tesis nos dice que “En el año 1997 se contacta con una ONG Juan Ciudad de España, con la que se logra gestionar fondos necesarios para el proyecto. Se iniciaron las obras el 15 de Mayo del año 2000, después de la adquisición de un terreno de 5000 m2 de extensión ubicado en las calles Tumbes, en el sector de San Diego, y con el aporte de la Agencia Española de Cooperación Internacional, la ONG Juan Ciudad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, hicieron realidad la construcción de este centro asistencial. Y finalmente en Marzo del año 2002 se inaugura el nuevo Albergue San Juan de Dios con la presencia de autoridades, hermanos, colaboradores, voluntarios, acogidos, y a partir del mes de Julio del mismo año se encuentra funcionando hasta la presente fecha y la misión continua”. 
                                                                                                          Fuente: https://maps.google.com.ec

Por otra parte la Tesis Análisis psicosocial de Andrea Cristina Ochoa Paredes nos dice que: “La mayoría de las personas entrevistadas están contentas de residir en dicho albergue y realmente comparten experiencias que les ayuda a sostener la mayor demanda como lo es el desarraigo y por otro lado a entender la situación y el contexto al cual se involucran”

Esta es la misión que lleva a cabo el albergue San Juan de Dios dar hospitalidad a personas menos favorecidas. También infunde organización, calidad, y respeto para los demás. Las personas se muestran agradecidas con la labor que realiza este centro humanitario. 

El sol está por ocultarse, son las seis de la tarde. Largas filas en espera de que se abran las puertas de su humilde hogar. El guardia anuncia que estén preparados con su cedula. Al fin pasan todos, van con rapidez a las habitaciones a dejar sus cosas. El reloj suena cuando dan las siete de la noche, es hora de merendar. Entre risas y conversas pasan todos muy contentos al comedor. La comida es deliciosa, saludable, y nutritiva. Luego de terminar su merienda son merecedores de un placentero descanso. 

Todos necesitan un baño para aliviar su cansancio, pasan a la duchas de agua caliente que se abren de siete a ocho de la noche. La cama los espera y entre conversas y murmullos todos descansan esperando un nuevo día. 

“La comida es muy rica y es una ayuda muy bonita la que brinda este país, Dios los bendiga. Hace un año que nos vimos mal nos quedamos aquí” explicó la familia Baquero, emigrantes colombianos. 

Por otro lado existen personas que son abandonadas a su suerte. Luis Narváez cuenta que fue abandonado hace dos años. Él es caleño, su esposa falleció y no tiene hijos. “Vivo hace 22 años en Ecuador”, asegura con una mirada muy triste. 

Sin embargo, este lugar además de la vivienda, y salud brinda una comida muy saludable tanto  para las personas que residen en el albergue, a las  que no se les cobra nada por la comida, como a las personas exteriores que se les cobra $0.50 el almuerzo. “El almuerzo damos completo lo que es la sopa, el arroz, frutas y en las tardes les damos pan. Las comidas son saludables, la mayoría con verduras” manifestó Gloria Bedoya la administradora de la cocina. 



    









Fuente: Maritza Alexandra Salinas/ Tesis previa a la obtención del título de administrador gastronómico. 





Raúl Castillo Medina encargado de las donaciones y del pesebre se siente muy feliz aportando a esta labor y forma parte de los hermanos de San Juan de Dios. 

¿Cuál es la magnitud en cuanto a las donaciones de las instituciones o de las personas particulares?
Por el tiempo de navidad si ha aumentado las donaciones pero después de estas épocas las donaciones bajan. Entonces nosotros los hermanos salimos a buscar el apoyo de las personas. 

¿Y en qué lugares buscan la ayuda?
En los mercados, a la gente pudiente se les va y se les explica y sí nos colaboran.

¿Qué tipo de donaciones les proveen?
De todo, nos dan ropa, alimentos, medicinas, la buena gente si contribuye a nuestro pedido.

¿Qué tipo de instituciones les colaboran?
Los colegios, también hay doctores que nos colaboran con medicinas que les sobra y que ya están por caducar.

 ¿Y con instituciones del Estado, nunca se han dado tiempo para vincularse?
Visitan pero no nos ayudan en nada y si nos dan una colaboración nos condicionan, ponen sus normas y demás. 

¿Qué palabras nos diría para la gente que no conoce esta realidad?
Bueno, que vengan conozcan el albergue, esta es una casa que se le llama “La casa  de Dios”, acá hay espacio para todos, para los pobres, para los que piden limosna, acá la gente pobre siempre tendrá una sopa, una cama decente, y decirles que nos apoyen.
Al final, el albergue San Juan de Dios seguirá brindando su ayuda a los más necesitados con la colaboración de varias personas que dan su apoyo a esta labor social.  “Hago la cordial invitación a todas las personas para que vean lo que es el albergue San Juan de Dios” dijo José Peñafiel.





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