sábado, 18 de enero de 2014

La familia ecuatoriana tras una década de la migración internacional

La familia ecuatoriana tras una década de la migración internacional
Por: Gabriel Caicedo


Quito


Más de una década después de la crisis económica los migrantes ecuatorianos regresan a su país.  Muchas familias antes desarticuladas, hoy en día se encuentran estables. El efecto migratorio ha dado por revertirse.

Una gran crisis económica y un cambio demográfico considerable es lo que vivió Ecuador en los 14 últimos años, muchas familias se destruyeron, otras consideraron la migración como la oportunidad de sus vidas. En la actualidad las familias de migrantes se han reunido otra vez, y son pocos los familiares que aún permanecen en el extranjero debido a la crisis económica que ataca principalmente España. En muchos de los casos, la condición económica de dichas personas ha mejorado debido a la compra de bienes materiales e instauración negocios. Ese es el caso de las familias Paladines – Galarza y Paladines – Hernández.
 Marina  Galarza desde la noche del viernes 20 de diciembre de 2013 empieza por preparar los ingredientes que necesita para la cocción del encebollado que en pocas horas, en la mañana del sábado ofrecerá como parte del menú en su restaurante llamado “El sabor valenciano”, de la misma forma sucede con el arroz, los camarones, el pescado, etc. Ya en la madrugada del sábado, “Don Jorge” ha terminado por limpiar minuciosamente el local, y se encuentra ayudando a su esposa en la cocina.  La misma rutina tiene que hacer la pareja cada noche de viernes para poder vender un menú variado a su clientela que gustosa al día siguiente comprará. Muchos son los clientes que se han percatado de algo curioso acerca del restaurante, pues el lugar tiene por nombre “El sabor valenciano”, y algo más extraño todavía es que algunos platos del menú, lejos de aquellos que se ofrecen como comida ecuatoriana, están dentro de la fila de especialidades del lugar, tales como la “paella valenciana”.  Qué hace un restaurante con un nombre tan particular, y con un menú donde se integra comida española como especialidad, en medio de un barrio tan popular y plenamente ecuatoriano, esa es la pregunta que muchos han dado por formularse al servirse el encebollado de “Doña Mari”, y que sólo tras preguntar directamente a los dueños y administradores del lugar se sale de la duda. En efecto, se trata de una pareja de ex migrantes ecuatorianos que decidieron regresar a su país después de una década de vivir en España. Don Jorge Paladines y su esposa, Doña Marina Galarza son los propietarios y administradores de “El sabor valenciano” quienes emigraron en el año 2000.
Según Brian Gratton, autor de uno de los capítulos que conforman el libro “La migración ecuatoriana, transnacionalismo, redes e identidades”  auspiciado por la FLACSO, aclara que Ecuador sufrió dos olas de emigración internacional, la primera registrada entre 1960 a 1995, cuyo punto de llegada fueron los Estados Unidos de América, y la segunda época registrada entre 1996 a 2004 cuyo principal destino sería España. Precisamente ese segundo momento fue el lapso en el cual la decisión de viajar a España con vista de mejorar la condición de vida, muchos ecuatorianos entre ellos la familia Paladines -  Galarza decidieron partir hacia Europa.
Así concuerda Don Jorge Paladines de 55 años de edad, que en su momento sufrió los estragos y síntomas de la crisis ecuatoriana de 1999 trabajando de obrero, en Textiles Nacionales y que en el 2000 tomó la decisión de emigrar. Según Paladines, una de las razones por las cuales viajó se debe a las políticas empresariales  neoliberales que cada vez se hicieron más injustas dentro de la fábrica de textiles en la cual laboraba. “Éramos muchos trabajadores que formamos un sindicato, y cada dos años se tenía que firmar el contrato colectivo, pues el último plazo para firmar llegó y los empresarios se resistieron a firmar, no hicieron caso a las peticiones y nos dijeron que no nos iban a prestar atención, por más que hiciéramos huelga, y que nos vayamos a la M con mayúsculas, así de claro fueron. Hicimos una huelga de 45 días, la teníamos casi ganada, lamentablemente se vendieron los compañeros dirigentes. Los empresarios nos ganaron, nos disolvieron el sindicato y ahí terminó todo.” Afirma además que la crisis ya empezaba a sentirse, y que los empresarios se dieron cuenta de esto, confirmando los síntomas a través de despidos, liquidaciones y jubilaciones de sus trabajadores antes de lo previsto.
De igual forma Don Marco Paladines de 52 años de edad, hermano menor de Jorge, sufrió los síntomas de la crisis en su ámbito laboral, y al igual que su hermano decidió emigrar hacia España. Marco Paladines antes de emigrar trabajaba como albañil, y afirma que su trabajo era no era remunerado tan bien como en España, tomando en cuenta que en el país europeo también trabajó durante 12 años en la misma profesión. 
Remesas

Otro aspecto importante que se debe analizar es el de las remesas que enviaban los emigrantes, las cuales aumentaron según el INEC de 4% en el 2001 con relación al 2000, convirtiéndose en el segundo rubro de ingresos del Ecuador después del petróleo, principal producto tradicional de exportación de nuestro país.  La mayor parte de ellas llegan de España, Italia y Estados Unidos. La cantidad que ingresó al país por concepto de remesas de emigrantes corresponde al 10% del PIB.
Jorge y Marco afirman que en realidad, el hecho de haber emigrado hacia España cambió su condición de vida actual, presentándose en formas  varias, en el caso de ambos, en la adquisición de bienes materiales. También los hermanos conformaron parte del ingreso económico  más importante en estos últimos años en Ecuador después del petróleo, es decir de las remesas, Marco aclara que tuvo que dejar a una familia, y que enviaba dinero desde España, ese mismo dinero que solventó a nivel macroeconómico y sobre todo a nivel micro, es decir contribuyó a las mejoras en cuanto a las condiciones de vida de las familias ecuatorianas.


Causas  de la emigración


Esta emigración masiva, de la cual los hermanos Paladines conformaron parte,  hacia otros países es consecuencia de una problemática que se encuentra instalada en el país desde hace muchos años, la misma que es la conjunción de un sinnúmero de problemas que han generado la crisis económica más severa en la historia del Ecuador; entre estos problemas se destacan: políticas gubernamentales sin visión de Estado con escasa o ninguna asignación para salud, educación y vivienda, pago de la deuda externa, congelamiento de depósitos bancarios y devaluación monetaria, desempleo abierto y disfrazado frente a una masa medianamente formada que oferta su trabajo por un salario que no cubre el costo de sus necesidades básicas, aumento del índice de inflación y pobreza, crisis de valores entre las personas que hacen de directivos y trabajadores, indisciplina en instituciones militares, silencio cómplice en las instituciones seculares y otras situaciones que contribuyen a agravar una gran problemática del país: la corrupción.

Otra de las múltiples causas que se encuentran muy ligadas también a la decisión de los hermanos Paladines que impulsó su viaje a España, tiene que ver con respecto a la evolución del desempleo en el Ecuador en los años previos al congelamiento bancario. El INEC, refiere que la tasa de desempleo ha tenido un comportamiento variable, de una tasa de 9.2% en 1997, se elevó al 11.5% en el 98, en 1999 cerró con una tasa de desempleo sin precedentes en el país 16 % (más del doble de la población desempleada en noviembre de 1995). Este incremento del desempleo se debe principalmente a la cesantía o pérdida de trabajo generada por la crisis financiera y el congelamiento de los depósitos bancarios que llevó a muchas empresas a despedir trabajadores, tal es el caso de Textiles Nacionales donde trabajaba Jorge Paladines y es de suponer que el ámbito de la construcción también se paralizó alterando la cuestión del trabajo en el caso de Marco Paladines. En el año 2000, la tasa desciende al 9.0%, tratándose de explicar esta disminución, debido a que la mano de obra del país, por efecto de la crisis, se ha ocupado en empleos autogenerados y/o de baja productividad e ingresos, dada la necesidad de aportar al presupuesto familiar, razón por la que, la tasa de desocupación decrece y la de subempleo se eleva sustancialmente.
Cuadro de texto: En los años 1997 y 1998, antes de la crisis económica, la emigración femenina sobrepasa la masculina.
 





Emigración Femenina
Brian Gratton aclara que la segunda época de emigración, registrada desde 1996 a 2004, posee una característica muy importante, pues la población que se encuentra en la vanguardia de este fenómeno resultó ser femenina. “Antes de 1995, sólo alrededor de un tercio de quienes dejaban Ecuador eran mujeres. Después de ese año, los porcentajes cambiaron dramáticamente”
El Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, División de Población (CLCD), encuentra casi paridad de género entre los emigrantes de Quito y Guayaquil; en contraste, Cuenca, el centro de la emigración tradicional del Austro, continúa siendo dominado por los hombres. Para estos nuevos inmigrantes, el destino principal es España. En 1997, más del 58% de los inmigrantes ecuatorianos a España eran mujeres, y aquel año, el 68% del total de ecuatorianos que residía legalmente en España eran mujeres. Sin embargo, incluso siendo liderados por las mujeres, los patrones ecuatorianos han cambiado mucho más abrupta y rápidamente hacia la paridad de sexo que otros grupos de latinos.
Esas cifras se  corroboran en el caso de Marina Galarza y Marlene Hernández, esposas de  Jorge y Marco Paladines, respectivamente.
Marina Galarza de 52 años afirma que una de las causas para que haya emigrado a España, fue la falta de un trabajo fijo, es decir formaba parte de la población subempleada. “Yo aquí, pues a veces trabajaba lavando ropa, no tenía un trabajo fijo, y allá si se gana mucho mejor. Fue muy duro irme de mi país, pero, bueno me he traído experiencias de allá, fue un martirio haber estado en España durante 10 años, a pesar de que económicamente no me faltó nada.”  Ahora tras casi 14 años desde su viaje hacia España, Marina junto a su esposo establecieron un negocio propio, y son propietarios de algunos bienes materiales, entre ellos casas, de las cuales viven a través de sus arriendos.
Condiciones indirectas fueron las causas que motivaron a Marlene Hernández de 48 años a viajar a España en el 2004, una de ellas fue el reencuentro con su esposo, hermanas y primas quienes vivieron los síntomas de la crisis económica, y la principal razón que prácticamente obligó a Marlene a quedarse durante más de un año en Valencia, fue la perdida de documentación en el aeropuerto de Barajas. A pesar de que fue motivo un simple viaje de vacaciones y  de reencuentro familiar lo que condujo a Marlene a decidir su viaje, ella puede ser un ejemplo de la población que se había quedado a afrontar de primera la crisis en Ecuador. “La crisis empezó a afectar, al menos en mi hogar, yo tengo dos hijos, ya no nos alcanzaba lo que ganaba mi esposo acá, y eso propició a que mi esposo decidiera viajar, nos endeudamos para comprar el billete de avión, mis hijos estaban estudiando, nos afectó en todo sentido, y afronté sola la partida de mi esposo, y yo tenía que ver como salgo adelante con mis dos hijos,  ya que mi esposo tenía que pagar primero la deuda. Al año más o menos de la partida, nos estabilizamos”
Tras casi 15 años después de la migración de la población ecuatoriana, es solo a partir del 2008 , cuando el Estado ecuatoriano, y otros Estados latinoamericanos comprendieron la importancia de vincular nuevamente la población que había emigrado, emprendiendo proyectos como “Bienvenidos a casa” en el caso del Ecuador, sin que esto signifique un regreso físico, ya que el plan según la SENAMI (Secretaria Nacional del Migrante) “pretende incentivar y orientar las inversiones productivas y sociales que las personas y colectivos migrantes desean realizar en el Ecuador”, es decir el Estado pretende hacer fuerte su razón gubernamental.

 















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