lunes, 20 de enero de 2014

Los genios de Pixar

Por: Katherine Sánchez

¡Luces, cámara, acción! El rodaje empieza, es el día quince, el proyecto “Inevitable” ha ido avanzando según lo esperado. Los contratiempos se han hecho presentes desde un inicio pero ellos han sabido cómo superarlos. Peter López, un estudiante de 5to nivel del Instituto de Artes Visuales Quito es el director y escritor de esta magnífica obra que trata de un hombre que quiere evitar su destino al ver que la mujer que ama morirá, intenta cambiar su historia pero la vida le juega una mala pasada.
La preproducción es bastante larga, aun siendo una tarea para el Instituto, todo tiene que salir perfecto. Se empieza con una idea simple, de esta hay que desarrollar un tema que será lo que forme el libreto. El productor es el encargado de crear la carpeta de producción, el plan de rodaje y conseguir presupuesto entre lo que está involucrado el conseguir auspiciantes.  
Si es necesaria se hace una audición para encontrar a los actores perfectos, se empiezan a desarrollar los personajes en conjunto con ellos, comienzan los ensayos y luego la filmación. Para “Inevitable” se convocó a un casting, en donde el actor debía pararse frente a la cámara y hacer una sesión de improvisación. Los actores fueron elegidos no solo por sus dotes de artistas, sino también por su gran parecido físico a los personajes como se los imaginó el director.
El presupuesto es importante, la habilidad del productor se verá reflejada aquí, con un presupuesto bastante bajo se pueden lograr muchas cosas. La mayoría de objetos que utilizan en este proyecto son caseros, las locaciones son lugares públicos o casas de los integrantes del grupo. Una de las escenas fue filmada en Atacames. Camila y Rubén (protagonistas) se casan frente al mar, Peter comenta que fueron difíciles esos días porque todos los equipos se llenaron de arena, pero el principal problema fue cuando una de las memorias de la cámara se quemó y se perdieron dos días de filmación, tuvieron que buscar nuevas locaciones para refilmar la boda. En general, deben estar preparados para todo, para cualquier problema que se haga presente, incluso el tema climático ya debe estar previsto para evitar percances, aunque en ocasiones muchas de estas cosas quedan fuera de su alcance. 
Comienza la escena con un primer plano de Rubén sentando en el sillón beige de la casa de Paúl Silva, el hermano del productor John Silva. Rubén está cabizbajo, lamentándose la muerte de su esposa, quien en la escena anterior aparece muerta después de que trataron de asaltarla. Alrededor de Rubén pretenden poner un efecto en el que se vea a Francisco Velastegui quien da vida al protagonista, caminando y bebiendo alcohol visto como un ser traslucido. La señal es dada y Francisco tiene que levantar la cabeza, mirar directamente a la cámara y ésta hará una toma de un pequeño baúl, el último regalo de Camila, su esposa fallecida. Inmediatamente Rubén traslucido desaparecerá. Ira directamente al baño, en donde mojara su rostro y al mirarse al espejo vera al destino que es un ser sombrío y que esta vestido exactamente igual a él, con una leva y camisa negras y un jean azul. Rubén se da cuenta de que fue inevitable cambiar su destino.
Un problema eléctrico alrededor de las 4 de la tarde, acaba de arruinar las grabaciones, aprovechan este tiempo para comer algo, descansar, arreglar los equipos, dejar todo perfecto para cuando el rodaje se reinicie. Los actores principales repasan sus líneas mientras comen unas galletas. Jhon pone un cartón en el piso para evitar rayarlo cuando el Dolly casero pase, está sirve para realizar tomas de movimientos fluidos y es perfecto para la escena en el sillón. 
En el Edificio Génesis, ubicado en el sector de la Mañosca, cerca del canal 4, el rodaje del proyecto ha ido progresando. Son casi las 10, aprovechan la noche para filmar la escena de la muerte de Camila. Hace frío, el cansancio se nota en cada uno de los rostros de quienes conforman el equipo de grabación. Gabriela Ruiz interpreta a Camila, ella se da los últimos retoques a su maquillaje para comenzar con la escena. Peter coordina con el equipo que técnica utilizaran para este acto. Una pluma casera, que es una especie de grúa a la que está conectada su cámara Cannon EOS 7D que sirve para filmar desde la altura, será la que haga magia esta noche. El presupuesto es bajo, es por eso que han tenido que ingeniárselas para lograr los efectos deseados. Peter dice: No hay cable HDMI tan largo para conectar para ver lo que filmamos, tendrá que ser todo al “ojímetro”. Después de 11 intentos, la escena por fin salió, son las 12 de la noche, el equipo está feliz a tal punto que la alegría los invade y recogen sus cosas para descansar en sus casas.
 Peter espera terminar su carrera en el IAVQ como cineasta y en el Centro de la Imagen en la Alianza Francesa como fotógrafo, para viajar a Francia o  Inglaterra, que son lugares bastante referentes para el cine. Al regresar a  Ecuador quiere filmar diferentes cintas y cortometrajes. “Los genios de Pixar” como él los llama, son parte de sus aspiraciones, menciona que su historia es bastante inspiradora, al ser gente que salió de la nada y triunfó en la industria del cine gracias a su extensa imaginación y creatividad para crear historias geniales y universales, historias que el mundo pueda ver. Espera experimentar de todo, no solo en el cine sino también con videoclips, cortometrajes. Un buen cineasta puede hacer todo. “Si no produces sentimientos que invadan al espectador fracasaste como cineasta”, dice Peter para finalizar.



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