sábado, 18 de enero de 2014

CRÓNICA LA VENTA ILÍCITA DE LICOR ARTESANAL (PUNTAS) EN EL BARRIO DE SAN BLAS



CRÓNICA
LA VENTA ILÍCITA DE LICOR ARTESANAL (PUNTAS) EN EL BARRIO DE SAN BLAS


POR: Betsabé Bolaños

En el tradicional barrio de San Blas, entre las calles Pedro Fermín Cevallos y Antepara, la helada de las 7:00 am acompaña a los “borrachitos” que buscan a las vendedoras  de “puntas o guanchaca”. Con las manos en los bolsillos, un poco impaciente, los ojos desorientados y saltones que parecían dos pelotas pequeñas, los dientes amarrillos de oro, Jhonny de 19 años golpeaba una de las puertas en donde se expende alcohol “Nosotros tenemos nuestras huecas”. Una señora de avanzada edad, salió a recibirlo, sus arrugas acentuadas denotan experiencia que la hacen inexperta en un mundo lleno de nuevas vivencias. De lejos Jhonny hace señas, dice que el conoció las huecas porque su abuelito le envía a comprar puntas para hacer los canelazos, al cabo de un momento aprieta la botella plástica, la destapa y se la lleva a la boca diciendo “ahora si me pegaré mi traguito, lo bueno es que podemos conseguirlo a toda hora aquí en el barrio de San Blas”. 

En el transcurso del día, varias señoras llevan consigo fundas plásticas negras en ellas guardan las botellas con el tan famoso licor artesanal. Esta actividad se ha desarrollado desde hace mas de 50 años en el sector, según Marcelo Paz  de 62 años de edad  morador y dueño de un local en la calle  Antepara,  la venta de alcohol se  ha dado desde que era un niño pequeño hasta el día de hoy, recuerda que San Blas hace mucho era la parada de la cooperativa de transporte  Minas  “desde ese entonces con el pasar de los días la venta aumento y trajo consigo inseguridad al sector”.

“Nosotros salimos junto con la directiva y la policía a los operativos”  dice uno de los dueños del bazar  “Denizze” ubicado en la misma calle, mientras su esposa barre el local y se apresura limpiando las vitrinas como alma que lleva al diablo, aseguran que “la delincuencia es producto de la venta de licor y droga en el sector”,  dicen también haber observado en repetidas ocasiones que el alcohol es desembarcado en  galones grandes muy grandes y canecas  de camiones y camionetas. Después de haber terminado el aseo la señora de unos 70 años aproximadamente, mientras come unas cuantas papas dice que “el local donde expenden licor aparenta ser un local comercial donde se venden camisetas deportivas pero en realidad es para desviar  la atención de las autoridades y esconder la verdadera actividad, la venta de puntas, la Comisaria cierra estos lugares, multan pero sin embargo siguen emitiendo permisos de funcionamiento a las mismas personas”.

La Directiva del Barrio se ha manifestado varias veces, según Elizabeth Argotty secretaria del Comité Pro Desarrollo del barrio “Tola Colonia San Blas” cuenta entre risas, su frente serena y firme, su risa suave y callada, segura de si misma, su collar resalta aquella blusa negra que disimula muy bien sus gorditos, mientras las ondas de su cabello un poco canoso por la edad destellan luminosidad. Mientras sus tiernas expresiones cautivan a todos los que escuchan su relato. Mientras varios de los presentes desconocían sobre ciertas cosas, Elizabeth lo sabía todo, como dirigentes barriales han presentado las denuncias necesarias ante la entidad correspondiente, donde manifiestan la preocupación de los moradores por la venta ilegal de alcohol en el sector, la Comisaria del Distrito Manuela Sáenz conjuntamente con la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector han realizado operativos de control de venta de alcohol sin registro sanitario, para garantizar la salud y seguridad ciudadana se han clausurado varias veces los locales de expendio pero a pesar de esto los sellos son retirados unas horas más tarde.

Sentado mirando las noticias mientras hace guardia él sargento Quinzo de la  (UPC) conversa con la señora Elizabeth, en el barrio los operativos se realizan con frecuencia, “las personas dicen que los policías no hacemos nada, pero que podemos hacer si nosotros nos encargamos de incautar el trago, clausuramos y detenemos a esas personas inconscientes del daño que hacen, los llevamos al Regimiento Quito y lo único que les hacen es tenerles de 12 a 24 horas y pagar una multa de $ 2.00. Dígame usted ¿cómo podemos luchar contra eso? al cabo de unos segundos el responde a su interrogante. Simplemente  no podemos combatir contra eso a quien deben pedir explicaciones son a los comisarios” lo dice en tono gruñón.

Con paciencia y muy sonriente, el Capitán Cristian Vargas jefe del circuito N. 4 del sector "La Tola”, me recordó aquel tío lejano que a pesar de las adversidades manejaba incluso los temas más serios con una pizca de alegría, sin dejar a un lado el tema el Capitán supo manifestar que los operativos para incautar el alcohol se realizan cada fin de semana (jueves y viernes) “es un trabajo en conjunto, entre Policía Nacional, Comisaría de uso de suelo, Comisaría de Salud, Comandancia Nacional de Policía, con esto ayudamos a combatir  el problema de Salud e Inseguridad existente”.  Frente al dilema de las clausuras, si el local es cerrado por  tercera vez implica un cierre definitivo, sin embargo manifiesta su malestar al ver que esto se incumple, “nuestro trabajo no es tomado en cuenta, nosotros parece que trabajamos en vano, no tenemos el apoyo de las autoridades”. Este tipo de operativos para incautar el licor artesanal, no solamente se realizan en el sector de San Blas sino también en la 24 de Mayo, San Roque y la Ronda.

Aquellos ojos gatos, con una sonrisa de oreja a oreja que tanto me gusta recordar a pesar de que no me permitió grabar su relato, llevo plasmada su voz en mi mente, recuerdo  que cuando me acerque a hablar sobre el tema de la guanchaca me quedé hipnotizada, me perdí en su profunda mirada, él me extendió su mano como saludo y yo como estaba perdida ni siquiera lo correspondí, al cabo de un momento reaccione.  Me llamo Omar Suárez, mucho gusto dijo, soy el coordinador del departamento de Seguridad de la Zona Centro. Me comentó sobre la venta de puntas en el sector y la reapertura de los negocios clausurados por hacer “mal uso de la licencia”  supo decir que antes de que un local sea clausurado se emiten notificaciones, si ellos hacen caso omiso se procede a clausurar.  Se multa como a todos aquellos que infringen la ley, 300 dólares en el caso de incumplir varias veces y si la deuda no es cancelada el valor acumulado puede llegar como tope a 29.000 dólares y  si se reincide se emite a la Fiscalía y se sigue un juicio por desacato.

Omar me envió a que me proporcionaran más datos sobre cuantas incautaciones del licor artesanal, operativos se han dado,  también el papel que desempeña la Comisaría con respecto a los problemas suscitados (apertura de locales clausurados, venta ilícita de alcohol) pero se experimentó  profunda negación por parte de la señora Comisaria.


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