LA MISA QUE REUNE HERMANOS

POR:   Evelyn Ramírez

Periodismo II

►Género: Crónica

LA MISA QUE REÚNE HERMANOS

Las campanas de la Iglesia suenan tres veces consecutivas y es la señal de que la misa ha concluido. “Hermanos y hermanas vayan con Dios”, menciona el Padre, mientras las limosnas se hacen presentes.

El día aparenta estar triste, un aleve llovizna amenaza a la familia Rodríguez Cevallos, quiénes se han reunido en los predios de la Iglesia San Diego para conmemorar un año más de la muerte de María Luisa Cevallos, su madre. Saludos y abrazos son el componente esencial de este encuentro. La familia es numerosa, sin embargo la multitud no impide reconocer a sus integrantes, todos los hombres heredaron la barba de su padre y las mujeres la elegancia de la madre.

Las misas a los difuntos se han convertido en una costumbre de las familias quiteñas. La idea radica en la creencia de la resurrección, se reza por los difuntos para que Dios les perdone por sus pecados.

Una voz pasible se escucha entre el murmullo de la multitud.

-Hermanos acompañarán a la casa a comer un bocadito, exclama Teresa Rodríguez, la mayor de diez hermanos.

- Ya te seguimos negrita, contesta Juan Rodríguez.

La casa de Teresa Rodríguez, se encuentra ubicada en el sector de San Roque, a pocos pasos de la Capilla. En una improvisada maratón todos se encaminan hacia el sitio de recepción. Un lazo desprolijo colgado en la apolillada puerta de madera los recibe. La entrada es un callejón angosto, el piso tiene implantado huesos de vaca que sirven para espantar los malos espíritus.

Con exclamaciones de cansancio y marcas de sudoración excesiva empiezan a llegar los familiares. Un vaso de ‘quaker’ con hielos calma la sed de los presentes. La música empieza a adquirir protagonismo. “En vida que me quisieras, en vida que me quisieras, de muerto ya para que, hay todo se ha de quedar” corean con ímpetu emocional.

La casa es una construcción antigua, paredes de adobe, techos de carrizo y piso de madera que rechina con cada zapateada que genera la danza de los cuerpos, a ritmo de una ‘chicha mix’.

Mientras unos bailan, los otros se ponen al día en sus vidas. Entre el ruido de aplausos eufóricos se escucha “está muy hablado, mande a traer”. De forma mágica, una botella de Ron San Miguel en compañía de la tradicional Coca Cola se hacen presentes.

La comida está lista y los hambrientos comensales empiezan a desfilar en la cocina. Un plato de consomé junto a unas papas en salsa de maní y una presa de pollo son el menú del día. Todos comen y saborean la comida que Teresa junto a sus cuñadas han preparado.

Es un día especial para todos, es la única vez que se reúnen los hermanos para poder compartir risas y llantos. La casa como escenario es la simulación de un santuario, cada pared está adornada con el cuadro de algún santo o alguna virgen. La familia Rodríguez Cevallos muestra su devoción e inician un ritual característico de ellos. Se toman de las manos, alzan la mirada al cielo y en una oración piden por el descanso eterno de su madre.

El teléfono suena y todos advierten que es la llamada de Guillermo, uno de los hermanos que se encuentra radicado en España. La mezcla de emociones junto a las copas de Ron provoca el llanto en sus rostros. Todos se abrazan y prometen reunirse más seguido.

Teresa, evoca unas palabras y pide a sus hermanos mantenerse unidos siempre, su voz se quiebra, sus manos inquietas atrapan una fotografía de su madre, mientras sus ojos se instalan en el retrato la recuerda. Eleva su copa y propone un brindis por el alma de María Luisa ¡Salud!.

POR: Evelyn Ramírez

MANOS QUE DAN, RECIBEN

                                  

                                                            Fachada Centro del Muchacho Trabajador Nº2 (vista desde la Av. La Prensa)/  Internet

EL TRABAJO DE UN CENTRO QUE BUSCA SE INVOLUCRE LA  SOCIEDAD

El Centro del Muchacho Trabajador No.- 2 posee una larga trayectoria en su accionar, sus políticas de funcionamiento han sido orientadas hacia la ayuda de tipo social. Sin embargo, muy pocos conocen la labor conjunta que en su interior se realiza para rescatar  niños en las calles o provenientes de hogares disfuncionales.

Su propuesta de trabajo es global, integra el rescate, la proyección y la recreación de la formación del niño trabajador y su familia,  en un intento por abandonar las situaciones de extrema pobreza en las que viven. 

Según datos de su publicación ‘Metodología del Centro del Muchacho Trabajador’, el lugar presta múltiples programas y servicios que benefician a las familias.

Entre los campos que cubre el programa del CMT se encuentran: el espacio educativo, que posee un Centro Infantil, Educación Primaria, Educación Técnica, Capacitación de adultos y el Bachillerato Técnico. En el área de la salud, existe un Departamento Médico y un Odontológico, a los que se suman programas tales como seguimiento de patologías, programas trabajados de acuerdo a las necesidades educativas de cada niño y el programa materno-infantil ‘Gota de leche’. En el campo de la alimentación, el CMT ofrece a los 2000 miembros beneficiarios, desayuno, almuerzo, merienda y dos refrigerios diarios para los menores de 6 años. Además, se incluye una formación en valores y se desarrolla proyectos de crédito microempresarial.

Los programas que se han venido impulsando en el Centro del Muchacho Trabajador tienen como objetivo que las familias de los niños trabajadores funcionen bajo preceptos cristianos y  libre acceso a una educación, salud y servicios básicos de calidad, el fin de crear una sociedad justa y equitativa, de acuerdo al informe de  la Publicación generada por el Centro del Muchacho Trabajador ‘42 años abriendo caminos de dignidad’. 

Santiago León, encargado del Departamento Financiero del Centro del Muchacho Trabajador No.- 2, comenta que gracias a un extenuante trabajo se han alcanzado grandes logros en cuanto al presupuesto que mantiene toda la dinámica del Centro. Claro que hay enormes dificultades económicas. Sin embargo no constituyen de ninguna forma una limitación para ayudar a sus benefactores. “Existe grande apertura a proyectos como este, no solo la sociedad se ve involucrada, sino que se suman grandes colaboradores que con su aporte han hecho posible una mejor vida para estas familias y sus niños”.

El Centro del Muchacho Trabajador tiene como base de su gestión impulsar el desarrollo de las familias con valores sólidamente fundados. Lo que se busca, menciona Eugenia Hidalgo, es  un cambio de comportamientos y actitudes en los niños que ingresan al Centro junto a sus familias. “La idea radica en fortalecer lazos familiares y no únicamente contrarrestar modelos violentos en el interior de cada hogar sino también reconocer y trabajar sobre las potencialidades que tiene cada miembro de la familia y alcanzar un mejor nivel de vida”.

Las instalaciones del Centro del Muchacho Trabajador cuentan con un espacio físico amplio en donde se pueden realizar las diversas actividades que desempeña su personal. Su fachada, hace unos meses restaurada, combina con el ambiente interno del Centro. No solo la parte tangible del sitio es lo que llama su atención, al interior de sus paredes un atento personal se predispone atender a las familias que llegan. En cada uno de los salones del Centro existe gente que ayuda a direccionar y atender las necesidades de cada niño y su familia.

Se suma un espíritu de colaboración y compañerismo. No es extraño encontrarse con personal que regale una sonrisa y un  gesto agradable hacia los demás. El lema de sus ocupantes es prestar un servicio de ayuda y la mejor manera es ayudarse a sí mismos. Cada uno conoce las potencialidades del otro, esta situación ayuda a reconocer como parte importante del Centro a cada uno de sus integrantes, quiénes  son valorados a diario por el aporte que realizan en el Centro.

El Centro del Muchacho Trabajador No.-2 en su interior potencializa capacidades y destrezas en los niños. Se encuentra próxima una fecha emotiva que convoca la unificación de las familias. La Navidad, es una fecha especial para los niños y el Centro promueve un trabajo conjunto entre tutores y alumnos para trabajar en la elaboración de tarjetas con diversos motivos navideños.

Niños de todas las edades, de 10, 8 años portan una cajita con todos los materiales con los que se empiezan a elaborar las tarjetas, pequeños que llevan de la mano a otros más pequeños, parientes suyos, primos, hermanos, o simplemente amigos de los barrios del norte de Quito: La Roldós, Pisulí, La Planada, San Carlos, Colinas del Norte, principales barrios de donde provienen lo niños, adolescentes y sus familias pertenecientes al CMT.

En esta elaboración, los niños dejan escapar su lado creativo y plasmar sus deseos en cada tarjeta. La comercialización del producto elaborado logrará crear conciencia en la sociedad y podrá hacerlos partícipes de una contribución económica que será utilizada en las mejoras del Centro y sobre todo la  ayuda a los niños de la calle.

Sobre la mesa de madera, con sus pequeñas manitos, Jonathan Chicaiza, un niño de 10 años, empieza a elaborar las tarjetas con los diversos motivos navideños. Sus ojos reflejan alegría y entusiasmo, él, al igual que los demás niños del Centro, saben que su trabajo contribuye al desarrollo del CMT. Entre risas cuenta “me gusta mucho hacer estas tarjetas, mis maestros me enseñan cómo hacer y al final quedan bien bonitas, todos mis amigos y yo nos divertimos, lo hacemos con bastante amor porque van a ser vendidas y eso va ayudarme a mí, a mis hermanos y a mi mamá”.  

La idea de la elaboración y comercialización de las tarjetas navideñas surge de la necesidad de promover mejoras en la calidad de vida de los niños y sus familias. En el Centro se trabaja con las capacidades de cada uno de los integrantes. El lugar incrementa y adopta sistemas que integran una educación basada en principios religiosos, valores y educación participativa que comprende instruir conocimientos en diferentes ramas.

Las  tarjetas navideñas, constituyen un producto que puede ser comercializado con la finalidad de que la sociedad se comprometa ayudar y sea parte del cambio en la vida de los niños.

 “Transformación Integral, una propuesta sostenible para enfrentar la pobreza”, en su cuarta edición habla de un trabajo sostenido en dos lemas: ‘Padrinos en acción. Tú y nosotros en sus zapatos, ¡caminemos juntos!’ y ‘Una familia de familias’, estos proyectos han sido diseñados para beneficio de los niños y sus respectivas familias, que junto al proyecto de Elaboración y Diseño de Tarjetas Navideñas, muestran los logros que ha alcanzado el Centro.

Los logros que la Institución ha adquirido en estos años se deben a su organización y a la difusión de información de sus actividades que hablan sobre su compromiso social. Sus actividades se comunican a través de la página web centrodelmuchachotrabajador.org; y mediante hojas volantes que informan de los servicios y productos  del CMT.

No cabe duda             que la suma de esfuerzos de un equipo ha hecho del Centro, un lugar en donde los niños juegan y ponen a prueba sus capacidades, es ahí donde sus necesidades de afecto, abrigo y alimento son saldadas. Es importante destacar la notable labor de trabajar con los niños de la calle e insertarles a la sociedad que a la par con su ayuda contribuye al cambio. 

Cronología Centro del Muchacho Trabajador - 1964,  se funda el Centro del Muchacho Trabajador - 1974 – 1984,  se inaugura su sede en el centro de Quito (La Marín), con un pequeño grupo de 200 niños ‘lustrabotas’ - 1981, entraron en funcionamiento las nuevas instalaciones del Centro del Muchacho Trabajador Nº 2 en el noroeste de Quito (Cotocollao). - 1984 – 1994, se reconoció y legalizó los títulos por parte de la Junta de Defensa del Artesano y el Ministerio de Educación - 1994, se ampliaron los servicios que ofertaban - 2004, se construyó la Oficina de Desarrollo para contribuir con  la erradicación de la pobreza y  reconocer socialmente a la infancia trabajadora. - 2006, se publicó un estudio que reveló datos del trabajo constante que el CMT realiza a favor de sus beneficiarios. - 2009, se promueven Campañas de Capacitación - 2013, se busca captar ayudas económicas y se impulsan programas