jueves, 16 de enero de 2014

“Si hay maltrato se acabó el trato”

“Si hay maltrato se acabó el trato”
Adrián Barahona

Entre consignas, gritos y voz de protesta, se realizó la “Marcha de las putas”. Los organizadores del evento habían contado con todos los detalles dentro de la organización, excepto uno la lluvia que los sorprendió una hora antes de empezar la marcha. Un cielo de un color oscuro y nublado característico de Quito marcaria todo el recorrido, para muchos de los presentes esto era un muestra de que a pesar de las adversidad las mujeres luchan y luchan por sus derechos. Victoria Ojeda una de las activistas recuerda que en ese día todo había empezado desde muy temprano, con un llamada desde Cuenca alertando que la gente que venia del Austro llegaría aproximadamente al medio día para participar en la marcha.
A pesar de no ser la primera vez que se realiza este tipo de eventos, los nervios eran evidentes, el ajetreo para ultimar detalles, la confirmación de los grupos que se presentarían al finalizar la marcha, todo corría en manos de los organizadores y de las personas que querían ayudar de buena voluntad. La reunión final antes de partir al evento, en casa de una de las organizadores se dejaba en claro las pautas principales que se expresaran durante la marcha. Victoria una chica de estatura media, de voz chillona, y fuertes convicciones con un grito empezó el discurso si hay maltrato se acabó el trato.
Este movimiento, pretende decir basta a la sociedad civil, política, religiosa y cultural sobre el trato a la mujer, porque no importa cómo se vistan, el lugar al que vayan, ni por quienes estén acompañadas. Nada justifica la imposición de relaciones sexuales, el acoso mediático ni malos tratos por parte de los hombres. Así la tarde del sábado 20 de abril a las 17:00 y con una participación de alrededor de 1100 personas la marcha partió del parque el Ejido. Simbólicamente la concentración tuvo lugar en los pies del “arco del triunfo” que si recordamos forma parte de la historia republicana de nuestra ciudad en el cual el rol de la mujer era considerado muy por debajo en relacion al rol del hombre en la sociedad.
Alejandro López, mientras reía con sus amigas de Cuenca y terminaba de pintar una pancarta de protesta. Mostraba una decisión al momento de protesta decía que no le importaba que otros hombres lo vea de mala manera, él estaba ahí porque se sentía convencido de lo que hacia y de lo que defendía. Tal vez eso era impactante en esos momentos ya que la mayoría de hombres iba solo en compañía de sus hijas, novias o hermanas. Las caras de asombro era evidentes, mirar a un hombre gritando “el machismo es maltrato” no es algo que se pueda mirar todos los días en nuestra sociedad.
Recuerdo que en ese momento vi a un hombre cubrir su rostro con una máscara, vestía un largo abrigo de color café, y en su mano derecha llevaba un paraguas. La máscara significaba que no había palabras el silencio acompañaba la marcha, pero su corazón a gritos gritaba justicia ya que en su otra mano llevaba un cartel con la foto de una chica desaparecida. Tal vez era su hija o hermana. El último momento en que lo vi, fue al partir entre la multitud de gente.
Muchos optaron por vestir camisetas de color blanco, otras roja, en fin no importaba el color de la vestimenta, importaba el mensaje que se quería trasmitir. En este punto las palabras de Sofía era muy precisas, cada persona puede ser protagonista del movimiento no importa si no es parte de la organización. Si tienes un mensaje, tienes que decirlo y no callarlo eso era lo que ella decía. Y se daba a notar por la presencia de diversos grupos sociales de diferentes ciudades del país.
Se podía encontrar gente de Riobamba, Cuenca, Guayaquil, Ibarra. Evidentemente la mayoría era de la capital, sede de la marcha. Se encontraba presente la voz de protesta acerca del trato hacia la mujer dentro de la sociedad ecuatoriana. Entre este trato desigual no solo las mujeres se sentían identificadas un grupo de la sociedad también con su presencia daba a notar el maltrato, este movimiento conformado por “gays, bisexuales, transexuales e indefinidos, conocido como (LGBTI). Eran en su mayoría la voz de donde más provenían las consignas de protesta.
Fernando Tapia uno de los participantes de la marcha y con una actitud no tan abierta sobre el tema, no muestra ningún tipo de reacción negativa al percibir la presencia de miembros de este grupo alternativo LGBTI cerca de él. El respeto es evidente aunque no se comparte muchos criterios, pero siempre existe ese respeto mutuo. Como en toda concentración social siempre existe la presencia de personajes que pretenden alterar el orden o sentido de la marcha y no falto por ahí un grito en desacuerdo a la marcha o comentarios racistas, sexistas que ponían en evidencia la falta de conocimiento y de tolerancia en nuestra sociedad.
El dato preliminar para entender la marcha se da dentro de un contexto suscitado en Canadá donde :un policía dice públicamente en una conferencia que las mujeres deben de dejar de vestirse como putas si quieren evitar ser violadas., lo que genero un movimiento en rechazo a la denigración de la mujer y a la revalorización de sus derechos, esta idea de reivindicar los valores de la mujer paso por toda Latinoamérica hasta llegar a Ecuador donde toma mayor sentido, por la estructura social en la que se vive.
A pesar de la lluvia permanente, los gritos cada vez eran más fuertes, se sentía una unidad entre quienes participaban. En el recorrido entre calles, las consignas iban cambiando pero se mantenía la idea central.  Una de las frases que más llamaba la atención era “Este cuerpo es mío: no se toca, no se mata, no se viola”. Escrito sobre una pancarta y con color rojo llamaba la atención y no solo por el color sino por el significado que este lleva, el cual Paulina menciona, este cartel no solo significa romper con la estructura patriarcal y de sumisión de la mujer, es un acto de reivindicación personal de los derechos de todas, ya que no podemos seguir aguantando el maltrato solo por ser mujeres.
Palabras precisas que retumbaron en mis oídos, se quedaron en mis pensamientos y plantearon dudas y preguntas.
¿Será acaso que los hombres tienen miedo de vincularse con este movimiento por la condición de ser hombres y de ser mal visto por los demás?
-          Alejandro responde a esta inquietud que se me había planteado, en la entrevista el responde,  que la marcha es un espacio libre donde un puedo expresar aquello que piensa.
En este sentido Alejandro como activista ¿cómo percibe su participación como activista dentro de este movimiento?
-          Menciona que ha aprendido mucho sobre el trato igualitario con la mujer, habla acerca de romper con la historia que ha marcado una diferencia en el trato hombre y mujer, y menciona que este movimiento cada vez crece más y que no es suficiente una marcha para dejar las cosas claras. Que cada vez se suman más grupos sociales, y la lucha está ahí presente en cada uno de nosotros en no permitir que este tipo de relaciones desiguales se sigan reproducción en la sociedad.
La lucha social de la mujer está enfocada en la reivindicación de los valores dentro de la sociedad ¿cómo se percibe esta idea?
-          Alejandro dice se trata de romper con esa estructura establecida en la que el hombre es visto como el eje de la sociedad y que son estas relaciones las que generan violencia sea física o psicológica. En ese sentido la propuesta es una constante lucha que no ganara espacio fácilmente dentro de la sociedad. Pero que es necesario evidenciar lo que ocurre.
-          Por ultimo Alejandro dice: yo como hombre estoy muy de acuerdo en que se cambie el tipo de relación que se mantiene en la actualidad, en mi calidad de coordinador estudiantil me gusta promover este tipo de actividades que generen una protesta social para buscar una igualdad”. Esta y otras consignas son las que recogen las ideas fundamentales para realizar la marcha, que es generar conciencia en toda la sociedad.
En esta realidad hay un largo camino por enfrentar para que las cosas cambien, pasando por cambios políticos, sociales y culturales e ideológicas, la lucha ya está planteado y depende de la acción directa sobre el tema, se trata de ya no callar más sobre el abuso y el maltrato, porque una sociedad no se puede desarrollar en plenitud si en esta existe relaciones de desigualdad.
Victoria Ojeda una de las organizadoras, confía en que el movimiento logre reunir cerca de 3.000 personas en todo el país. Esta activista, asegura estar cansada de que siempre exista excusas para violentar sexualmente a las mujeres, además explica que las marchas buscan transmitir el mensaje a toda la sociedad para frenar el maltrato de género.
Entre estas y otra perspectivas la marcha fue en una vista rápida muy llamativa en la sociedad Quiteña. Con los planteamientos formulados lo que se espera es que hoy en día las cosas vayan cambiado paulatinamente, esta es una apuesta a largo plazo, quienes participaron en la macha confían en que la convicción de sus ideales genere un cambio social.

El evento concluyo y varias de las organizadoras tomaron la palabra, y sobre la tarima se repetían por última vez las consignas que estuvieron presentes durante toda la marcha. La respuesta por parte del público fue positiva, este evento marca apenas el comienzo para nuevas acciones, se puede hacer diferentes expresiones de protesta. Esta vez fue por medio de una marcha, en otras ocasiones serán por medio del arte, la música, y que en el día a día fortalecerán a las organizaciones y quienes luchan por la igualdad de género a seguir luchando hasta cumplir con su objetivo.

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